Los límites de la timidez: TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL
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El trastorno de ansiedad social o fobia social se caracteriza por un miedo persistente y desproporcionado a las situaciones sociales que resulten incomodas, en las que el individuo esta expuesto al posible examen por parte de otras personas o en las que sienta que puedan recibir burlas o criticas.
Todos hemos sentido, o podemos sentir, miedo ante la expectativa de recibir burlas y críticas en ambientes sociales. Esto es normal. El trastorno viene cuando esta experiencia resulta desadaptativa en algún área importante del funcionamiento, hasta el punto de poder llegar a ser incapacitante.
El impacto en la vida puede ser significativo, ya que se asocia con altas tasas de deserción escolar, alteración del bienestar y de la productividad laboral. Además se asocia con estar soltero o divorciado y con no tener hijos (sobre todo en varones).
La edad media de inicio es de los 13 años, aunque también puede ocurrir en la primera infancia o en la edad adulta. Esta última es poco probable y suele aparecer como respuesta a una experiencia humillante o cambios que requieran nuevos roles sociales (matrimonio, ascenso en el trabajo, etc).
¿En qué consiste exactamente el trastorno por ansiedad social?
Cuando alguien sufre ansiedad social, ante una situación en la que tienen que socializar desvía su atención hacia una representación mental, interna, de sí mismo (como si se estuviese observando a sí mismos como parte del público).
Sin embargo, esta representación mental es visión distorsionada, basada en interpretaciones negativas de:
- señales internas (p.ej., los síntomas físicos de los latidos cardíacos significan «me voy a desmayar»)
- señales externas (p.ej., la expresión de un alguien significa que «está aburrido»)
- la recuperación selectiva de la información que se encuentra en la memoria a largo plazo (p.ej., experiencias sociales negativas anteriores).
Los individuos socialmente ansiosos comparan esta representación negativa de sí mismos con las expectativas de actuación que creen que los demás pueden tener de ellos, que además suelen interpretar como muy estricta.
Por tanto perciben como una tarea extremadamente difícil llegar a cumplir estos estándares lo que a su vez produce un aumento de la ansiedad y del temor a la evaluación negativa
¿Cómo se trata el trastorno de ansiedad social?
Como te comentábamos antes, el trastorno de ansiedad social no es simplemente ponerse nervioso hablando en público. Va mucho más allá, es un miedo desproporcionado ante situaciones sociales que resulta incapacitante.
Si este es tu caso te recomendamos que acudas a un especialista, pero aquí te contamos un poco cuales son las formas en las que normalmente se trata este trastorno.
MODELOS COGNITIVOS-CONDUCTUALES
Es un enfoque de psicoterapia que se esfuerza en hacer que el individuo actúe como su propio agente de cambio.
El componente central de la mayoría de los programas de tratamiento de la ansiedad social es la exposición a las situaciones sociales que se temen y/o se evitan.
En los tratamientos por exposición, el paciente y el terapeuta desarrollan una lista ordenada jerárquicamente de diferentes situaciones sociales que provocan ansiedad al individuo.
Con el fin de desarrollar una sensación de dominio y mantener la ansiedad en un nivel tolerable, se ayuda a los pacientes para que empiecen a exponerse a estas situaciones sociales que provocan ansiedad.
Una vez que se obtiene una sensación de dominio y ya no producen niveles perturbadores de ansiedad, se va progresando gradualmente hacia las situaciones sociales más difíciles.
RESTRUCTURACIÓN COGNITIVA
Consiste en ayudar a los pacientes a identificar sus propios pensamientos automáticos negativos. Por ejemplo, los pensamientos automáticos «Ella nunca saldrá conmigo» o «Soy tonto» son pensamientos globales, extremos, negativos y absolutos.
Se enseña a los pacientes a que el identificar y modificar estos pensamientos conduce a cambios posteriores en su estado de ánimo, su fisiología y su conducta.
